jueves, 21 de septiembre de 2017

Crisis de identidad

Será este frío fuera de época, o la lluvia que cae desde hace una década sin más pausa que algún día perdido.
Será demasiada conectividad, será demasiada comunicación vacía, será la falta de contacto humano de mi lista de contactos de facebook. o resumiendo no se que...
No se si soy Mou, Larry o el Pelado, pero sea quien sea, espero que mis otros dos amigos den señales de vida!!!

miércoles, 8 de febrero de 2012

El sabio

A pesar de todo era una noche hermosa. Dejé atrás árboles y cabañas viejas, en los flancos del camino de tierra se escuchaban los grillos y las ranas. Caminé cabizbajo unos cuantos metros y empecé a sentir la arena entre mis pies. Franqueé un matorral lleno de juncos amarillentos y divisé el río.
Me senté a pocos metros del agua, el panorama fue fascinante. El rió era más negro que la noche, quieto, silencioso, acechando escondido entre los roces del viento. Las constelaciones caían como una manta balsámica sobre todos los seres vivos del lugar. Grandes barrancos se vislumbraban al otro lado del río.
Saqué de mi camisa la petaca de whisky y tomé un sorbo. Familiares que morían. Valeria, mi amor, estaba lejos, en brazos de otro hombre tal vez. Era un día de esos en que la soledad te aplasta con toda su inclemencia. Quise llorar, pero no lo hice, llorar era para los mariquitas.
En la orilla, un cangrejo movía sus pequeños ojos bajo el reflejo pegajoso de la luna. De pronto, una figura humana comenzó a emerger desde las profundidades del agua dirigiéndose a mí
-¡Puta madre!- dije arrastrando el culo unos metros hacia atrás.
La figura resplandeciente de color celeste avanzó hasta ponérseme a poca distancia, levitando en el aire a dos metros (más o menos) de la arena.
Me paré. Vacilé entre salir corriendo y esconderme o hacerle frente.
-Ha llegado tu turno.-me dijo con voz rígida y distante.
Miré a mis costados y solo vi la desolación de la playa.
-Has sido elegido luego de un exhaustivo proceso de selección para unirte a nosotros.
-¿Ustedes?
-Te unirás a nosotros, conocerás las verdades del cosmos y el universo, de dios, de los hombres. Lo sabrás todo.
-Ah.- me limité a expresar.
-Pronto te elevarás y serás un elegido entre los hombres.
Miré mi petaca y dudé de mi cerebro. Tomé un largo trago.
-Gracias, pero no.
-¿Te estás negando a este regalo divino?
-Supongo que sí.
-Eres el primer ser que se niega a ello.
-No es mi intención serlo. Lo lamento.
La figura dio la vuelta y se perdió en la inmensidad del río dejando en el aire un rastro brillante.
Me volví a sentar. ¿Qué tan lejanas estaban las estrellas? ¿Qué misterios albergaba el mar? ¿Donde estaría ella?
A pesar de todo, seguía siendo una noche hermosa.



De tanto en tanto las estrellas me respondìan con un titilar que decìa algo asì como: -no seas idiota, tenès que olvidarla, entonces miraba al mar y las olas me traìan sus ùltimas palabras como un susurro: -no mires atràs.
Y no hago màs que hacerlo, no hago màs que rechazar los màs hermosos milagros del mundo, a los àngeles que bajan a besarme mientras lo echo todo a perder por no sacarla de mi cabeza.
Empino la petaca, que whisky màs malo. Me siento un rato en la arena seca y miro al horizonte.
Desde el agua sale la figura de color celeste nuevamente, sos un tarado me dice al oìdo. Venite con nosotros, acà no hay dolor.
- Si no hay dolor tampoco hay felicidad entonces, no? respondì hacièndome el sabio.
A lo lejos otra figura celeste, ya lejos de toda formalidad le grita al que estaba a mi lado, - Dejalo Miguel, este ta perdido, venite que ya està el asadito.
Y ahì estaba yo, con el mar, las estrellas, el mundo entero ignorante de la pena màs grande que se conozca y ella siguiò su vida, fue feliz y yo no puedo salir de aquel dìa.

sábado, 5 de marzo de 2011

Sigo robando y copiando cosas. Mario Benedetti. Regreso de un exilio, fin de una dictadura.


Quiero creer que estoy volviendo

Vuelvo / quiero creer que estoy volviendo
con mi peor y mi mejor historia

conozco este camino de memoria

pero igual me sorprendo


hay tanto siempre que no llega nunca

tanta osadía tanta paz dispersa

tanta luz que era sombra y viceversa

y tanta vida trunca


vuelvo y pido perdón por la tardanza

se debe a que hice muchos borradores

me quedan dos o tres viejos rencores

y sólo una confianza


reparto mi experiencia a domicilio

y cada abrazo es una recompensa

pero me queda / y no siento vergüenza /

nostalgia del exilio


en qué momento consiguió la gente

abrir de nuevo lo que no se olvida

la madriguera linda que es la vida

culpable o inocente


vuelvo y se distribuyen mi jornada

las manos que recobro y las que dejo

vuelvo a tener un rostro en el espejo

y encuentro mi mirada


propios y ajenos vienen en mi ayuda

preguntan las preguntas que uno sueña

cruzo silbando por el santo y seña

y el puente de la duda


me fui menos mortal de lo que vengo

ustedes estuvieron / yo no estuve

por eso en este cielo hay una nube

y es todo lo que tengo


tira y afloja entre lo que se añora

y el fuego propio y la ceniza ajena

y el entusiasmo pobre y la condena

que no nos sirve ahora


vuelvo de buen talante y buena gana

se fueron las arrugas de mi ceño

por fin puedo creer en lo que sueño

estoy en mi ventana


nosotros mantuvimos nuestras voces

ustedes van curando sus heridas

empiezo a comprender las bienvenidas

mejor que los adioses


vuelvo con la esperanza abrumadora

y los fantasmas que llevé conmigo

y el arrabal de todos y el amigo

que estaba y no está ahora


todos estamos rotos pero enteros

diezmados por perdones y resabios

un poco más gastados y más sabios

más viejos y sinceros


vuelvo sin duelo y ha llovido tanto

en mi ausencia en mis calles en mi mundo

que me pierdo en los nombres y confundo

la lluvia con el llanto


vuelvo / quiero creer que estoy volviendo

con mi peor y mi mejor historia

conozco este camino de memoria

pero igual me sorprendo.



Me hago responsable del siguiente robo. Soy Dalai al teclado. Ni Alcohólico ni Nómada son culpables o cómplices o testigos. Copio un poema de César Vallejo, de su etapa menos enigmática o como la quieran llamar. Salud a los visitantes casuales y mal rumbeados. Siempre están a tiempo de escapar.



El pan nuestro

Se bebe el desayuno... Húmeda tierra
de cementerio huele a sangre amada.
Ciudad de invierno... La mordaz cruzada
de una carreta que arrastrar parece
una emoción de ayuno encadenada!

Se quisiera tocar todas las puertas,
y preguntar por no sé quién; y luego
ver a los pobres, y, llorando quedos,
dar pedacitos de pan fresco a todos.
Y saquear a los ricos sus viñedos
con las dos manos santas
que a un golpe de luz
volaron desclavadas de la Cruz!

Pestaña matinal, no os levantéis!
¡El pan nuestro de cada día dánoslo,
Señor...!

Todos mis huesos son ajenos;
yo talvez los robé!
Yo vine a darme lo que acaso estuvo
asignado para otro;
y pienso que, si no hubiera nacido,
otro pobre tomara este café!
Yo soy un mal ladrón... A dónde iré!

Y en esta hora fría, en que la tierra
trasciende a polvo humano y es tan triste,
quisiera yo tocar todas las puertas,
y suplicar a no sé quién, perdón,
y hacerle pedacitos de pan fresco
aquí, en el horno de mi corazón...!


miércoles, 23 de febrero de 2011

Esta entrevista está muy buena también. Prometo que con esto termino con los videos.



lunes, 21 de febrero de 2011

Mientras uno de los integrantes de este blog se dedica a hacer ejercicio corriendo las calles de Montevideo (larailará), compartiré la que, a mi gusto, es la mejor entrevista al poeta Sabina de las publicadas en YouTube. Sí, ya sé, no tengo nada nuevo que sacarle al sol. Sepan disculpar.


















miércoles, 2 de febrero de 2011

Las ganas vuelan lejos, como universidad;
hoy sufro exceso de sábanas por una mitad ausente
y canto en voces apenas, en canto amigos en penas;
espero cantando
labios de mieles que besan ojos de café que lloran.

Sos una mujer de primaveras
que perdió su encanto de frazadas;

no sos una amante enamorada
(tiras el placer a tus poemas)

Las ganas vuelan tontas en universidad
y preguntan por darío

(Te encontré de apuro y me supiste;
luego te escapaste de la vida;
conociste, al cabo, la teoría
de las bendiciones del despiste)

Vi la lágrima perdida sobre la tecla de un piano
¿cuándo la primera risa asomó por tus portones?

Vi a tres mujeres con cabeza de universo
Una de ellas dio la vuelta y dijo:
"mi sexo es tu único camino hacia alguna parte",
"no intentes ponderarme",
"de mis cabellos nacen las flores a las que nunca cantaste".

Otra siguió su rumbo mientras el océano devoraba playas y balnearios
y ella señalaba y definía y destruía y creaba;
sus palabras eran palabras carpinteras

La primera aclaró:
"he aquí quien no quiere decir, quien dice",
"hoy la locura se enamora ya casi de cualquier tonto incapaz de amar",
"te propongo que escuches el silencio, ese derrumbe,
ese estrépito terrible que se esconde entre sus ondas;
desconfía del gallinazo que miente sobre sus plumas"

La tercera, la incendiaria voladora,
quema con sus ojos lo que perdonan los incendios
y quemará para siempre o hasta que nada se expanda ya...
En el suelo arden espinas ponzoñosas
(alimento de poetas que, en románticos delirios,
se pinchan buscando un rojo que sea cercano
al color con el que pintan sus destinos)

Vi la lágrima perdida sobre la tecla de un piano
y, cobarde, por callar,
creo que dije demasiado.